Desde muy pequeña recuerdo que la gente siempre les preguntaba a mis papas que de donde era yo o que porque había salido así, con el tiempo esas continuas frases fueron tocando cada vez mas mi vida y me fui dando cuenta que era diferente a los demás niños, muchos me miraban como si fuera algo raro que venia de otro mundo y eso me hacia llorar y renegar de porque había nacido así, no comprendía porque era solo yo y nadie más, todos los veía normal siendo normal según la sociedad una persona de cabello mas oscuro y con mayor tonalidad de piel.
Al llegar a la adolescencia tenia baja autoestima porque pensaba que no podía ser atractiva para alguien, siempre el comentario de porque era tan blanca, lo curiosos es que muchas personas admiraban mi cabello decían que parecía una muñeca.
Mas adulta y sintiéndome mal por una sociedad ignorante en el tema que no acepta cualquier persona diferente a su estigma de normalidad, comencé a usar cosas para oscurecer el cabello, ahora pienso que nunca debí hacerlo y que yo me tengo que aceptar primero como soy para que los demás me acepten.
Ahora lo que mas escucho es la típica pregunta que de que país soy o que idioma hablo y hasta he encontrado en muchas personas la admiración por mi color de cabello, ojos y piel.
Lo importante y lo vuelvo a resaltar es que nosotros como albinos no somos seres extraños somos seres como cualquier otro y las diferencias se encuentran en los rasgos físicos nada más, pero es precisamente eso lo que nos hace especiales y a la vez exóticos.
¿Es mejor ser diferente, para que amargarnos por ser iguales a la gente del común?

Carolina Lievano Restrepo
Mariquita Tolima